Ramona Farías tiene 78 años y vive en Pueblo Brugo. El 4 de diciembre recibirá su título rodeada del amor de su familia y sus vecinos. Asiste desde 2013 al anexo de la Escuela Secundaria para Jóvenes (ESJA) de la escuela Nº 45 de Pueblo Brugo, una localidad pequeña y tranquila situada a unos 75 kilómetros de Paraná, con callecitas de tierra y siesta sagrada que se respeta.
Ramona siempre anheló llegar a esta instancia, ya que no pudo seguir estudiando cuando culminó la Primaria porque en ese entonces la única opción para poder seguir cursando el nivel medio era viajando a la capital provincial. “Mis padres eran muy pobres y no podían pagarme el estudio”, contó a Diario UNO.
Entonces, desde muy joven, se dedicó a su hogar y a criar a sus ocho hijos. Luego llegaron los nietos, que también son ocho, y con el correr de los años llegaron también dos bisnietos y además un tataranieto, que hoy tiene 1 año y medio.
Marisol Borghello, rectora de la escuela Nº 45 Carlos Brugo, recordó que la mayoría de las mujeres que no podían seguir estudiando eran amas de casa y se dedicaban al cuidado de su familia, y el destino de los hombres por lo general era pescar en las islas, ya que es un pueblito costero que no tiene muchas fuentes de trabajo. “Por suerte esto está cambiando y hoy en día la mayoría puede seguir estudiando y terminar el Secundario para después seguir una carrera o aprender un oficio y quedarse a trabajar en el lugar donde vive”, señaló.
A su vez, reflexionó: “Ojalá el ejemplo de Ramona sirva como un agente multiplicador en la localidad y más personas adultas del pueblo se animen a cursar para tener su título Secundario. El estudio es lo que los va a ayudar a progresar y tener una mejor calidad de vida, porque es la educación lo que va a transformar su visión de la vida y del futuro. Esperamos que el año que viene tengamos muchos adultos que se animen, porque se puede terminar esa etapa que vieron truncada en algún momento, no porque querían, sino porque recién hace 15 años que hay Secundaria en Brugo y esta es la sexta promoción en la Escuela Secundaria para Jóvenes y Adultos (ESJA)”.
Animarse
Ramona fue la pionera en dar el primer paso y admitió que no fue fácil. “Antes no me animaba porque me daba vergüenza. Tenía miedo de que se rieran y dijeran que estoy vieja para ir a la escuela. En diciembre voy a cumplir 79 años y estoy muy contenta por haber tomado esta decisión”, aseguró.
Marisol Borghello destacó que siempre fue muy buena alumna, y con una gran fuerza de voluntad. “Cuando llegó hace tres años me dijo que quería estudiar para poder hacer las tareas con sus nietos. En Brugo no habíamos tenido estudiantes de su edad y la experiencia fue gratificante. Hay que resaltar los logros que fue teniendo año a año y el mérito de querer superarse, cursando con un grupo muy heterogéneo, con chicos de 20 años en promedio”, expresó.
Asimismo, comentó: “Como institución tratamos de apoyarla y motivarla constantemente. Tuvo que estudiar inglés, que no es una materia sencilla a esa edad. También quería conseguir una computadora para aprender y tener acceso a la tecnología, y aunque lo gestionamos no pudimos conseguirla”.
Por último, destacó el esfuerzo y el sacrificio que hizo Ramona para asistir a clases de lunes a viernes de 18 a 22. “Para nosotros va a ser una gran satisfacción entregarle el título y sabemos que nos va a emocionar a todos cuando llegue ese momento”, dijo a modo de conclusión.
Precisan ayuda para sorprender a Ramona
Ramona es una de las vecinas más queridas de Pueblo Brugo y con su decisión de estudiar se ganó la admiración de todos.
Para su familia es un ejemplo y quieren sorprenderla el día de la recepción. Como varios de sus nietos tocan en la banda de música de Cerrito y ella nunca pudo verlos interpretando melodías en alguna de sus presentaciones, su hija Leticia Kessler y su nuera María Lemos, junto a otros de sus seres queridos, gestionaron que la banda pueda tocar ese día.
Son alrededor de 32 sus integrantes y los anfitriones de Pueblo Brugo deben hacerse cargo de la comida para recibirlos. Los familiares de los egresados van a hacerse cargo de cocinarles, pero no tienen recursos para poder comprar los ingredientes ni las bebidas.
“Necesitamos la colaboración de la gente que pueda ayudarnos con algo para poder hacerles empanadas o pizzas, y también con algo para tomar para los chicos y los profesores”, contó a UNO María.A su vez, destacó que para ellos es muy importante que la banda de Cerrito pueda estar presente, ya que es una forma de agasajar a Ramona y homenajearla por haberse recibido, sobre todo porque van a estar sus nietos tocando. Saben que ese gesto va a alegrarla, después de un esfuerzo de tres años yendo a clases sin faltar, estudiando las lecciones para poder aprobar los exámenes, y siempre con la calidez que la caracteriza.
“Ella es un ejemplo de vida, sobre todo para los jóvenes, que a veces no quieren estudiar”, aseguró su nuera.
Quien pueda colaborar para que la familia de Ramona pueda concretar su anhelo el 4 de diciembre, puede comunicarse con Leticia, llamando al (0343) 155171938.
Volver
En la escuela Nº 45 Carlos Brugo son 20 los egresados este año: ocho en el turno mañana y 12 en el anexo ESJA, donde cursa Ramona. A pesar de la diferencia de edad de sus compañeros ella logró forjar una amistad. Con ellos bromea y contó que la ayudaban con las tareas. “Al principio me costaba, porque hacía muchos años que había terminado la Primaria, pero pude hacerlo y estoy muy contenta. La materia que más me gustó fue Matemática”, afirmó.Por último, alentó a aquellas personas que estén pensando en volver a la escuela a que se animen, que no sientan vergüenza, ya que nunca es tarde para cumplir una meta.
Fuente: Vanesa Erbes/ De la Redacción de UNO Entre Ríos