Dieciséis mujeres del Grupo El
Despertar de la Cooperativa La Ganadera General Ramírez Limitada, realizaron en
Pueblo Brugo una jornada de intercambio con niños y madres de la Casa de
Pequeños Artistas, recorrieron las instalaciones de la cooperativa y su puerto
de embarque, y dialogaron con asociadas de la cooperativa de pescadores de esa
localidad, confirmó a AIM el secretario del Consejo de Administración de la
entidad ramirense, Raúl Erhardt.
En diálogo con esta Agencia, el
técnico en Cooperativismo se refirió a la Casa de Pequeños Artistas, que la
cooperativa ramirense apoya desde hace cuatro años. “El taller está a cargo de
la profesora Jimena Levrand; 14 madres llevan a sus 17 niños todos los martes
por la mañana al local donde funciona. Cinco de los asistentes tienen entre dos
y cuatro años, y algunos alternan entre
la escuela primaria del lugar con este taller, cuando no tienen actividad
escolar formal”.
Erhardt precisó que los
objetivos del taller son “acompañar a los chicos en los procesos lúdicos de
aprendizaje, ya que es interesante
pensar en la posibilidad de utilizar diferentes estrategias que ayuden a formar
a estos pequeños como futuros hombres y mujeres de bien, para que sean parte de
una sociedad donde prevalezca la cultura del trabajo, solidaridad y valores
sólidos…”.
También pretende desarrollar
áreas cognoscitivas, motoras y afectivas mediante el trabajo artístico, constituyéndose para el niño en un medio para
expresar sus experiencias, su mundo; lograr una progresiva habilidad, agilidad
y coordinación óculo-manual; ejercitar la motricidad gruesa y fina: aprender a
través de actividades dinámicas que despiertan su curiosidad, observación,
autoexpresión y apreciación; crear una actitud de aprendizaje sobre los
procesos de cooperación, y fomentar el
compañerismo y respeto a través de las dinámicas grupales. “Entre las técnicas
que se utilizan podemos mencionar la de dáctilo pintura, collage con diferentes
papeles y texturas, utilización de lápices de colores, pasteles al óleo,
fibras, ceritas, crayones, utilización de diferentes tipos de pinturas:
temperas, acrílicos, plasticolas de colores, introducción a la tri-dimensión y
la realización de una representación teatral, incorporando valores del
cooperativismo”.
Mientras compartían mates y
tortas, las 16 mujeres integrantes del Grupo intercambiaron opiniones sobre las
vivencias en el pueblo y la actividad del taller con las mamás de los chicos y
la profesora. Como actividad solidaria,
las cooperativistas de Ramírez entregaron ropas y calzados para los
chicos del taller y bolsos ecológicos confeccionados por ellas mismas a las
madres de los niños.
De recorrida por la sede Brugo
El siguiente paso fue la
recorrida de las instalaciones de la cooperativa La Ganadera en Pueblo Brugo,
donde se están realizando distintas obras, como el cambio de la secadora de
cereales y de norias, el mantenimiento y los arreglos a los silos existentes.
“También visitaron el lugar donde próximamente se plantarían un silo de 5.000
toneladas, y otro que albergaría fertilizante sólido, quedando para más
adelante otras obras como la ampliación del local de ventas de la ferretería,
lubricantes y herramientas”, precisó el secretario del Consejo de
Administración.
Después de recibir las
explicaciones sobre el ingreso de los granos y el traslado al punto de
embarque, el encargado de la planta, Miguel Andreoli, aludió a los trabajos que
se realizan antes y después de cada embarque. “En esas circunstancias, además
de las ocho personas que trabajan habitualmente, se requiere el auxilio de
cinco trabajadores más de otros centros de la propia cooperativa, dos o
tres días durante 24 horas, trabajando
todos por turnos hasta completar la carga”.
Un final a toda orquesta
Como la frutilla del postre, la
mujeres de El Despertar se dirigieron al comedor de la cooperativa de
pescadores de Pueblo Brugo, donde dos asociadas comentaron los esfuerzos que
desarrollan para llevar adelante la empresa común, no siempre reconocida por
todos. Erhardt comentó que esa
organización “cuenta hoy con 20 asociados, que acopian mayormente la producción
pesquera del pueblo, y solicitan a sus proveedores la comercialización del
producto durante todo el año, para beneficio de los trabajadores del río y la
cooperativa”. Además, destacó que “las cooperativistas pescadoras explicaron
que los inicios no fueron fáciles, ya que desconocían el funcionamiento de
estas entidades y las propias actividades del comedor, aunque más tarde
recibieron capacitación de organismo oficiales, y están muy agradecidas por
ello. Al igual que nuestras mujeres cooperativistas, saben que, sin dedicación
y perseverancia, nada es posible”.
La recorrida tuvo su corolario
con una deliciosa degustación de platos muy bien presentados y elaborados, lo
que dio lugar a un fuerte aplauso de agradecimiento, de cooperativistas a
cooperativistas.
Fuente: AIM Digital